El mundo lleva algunas semanas escuchando con alarma sobre una enfermedad de la que antes poco se había escuchado. Se trata de la viruela del mono, una enfermedad hasta ahora endémica en algunos países de África pero que se ha ido esparciendo por los demás continentes, incluido América.
La detección en varios países a nivel mundial ha dejado varias interrogantes, sobre todo en un contexto donde aún la pandemia del covid-19 no llega a su fin. Pese a que la viruela del mono es más difícil de contagiarse ya que requiere un contacto físico cercano entre personas (piel con piel, por ejemplo), la Organización Mundial de la Salud (OMS) se mantiene vigilante a los brotes que se empezaron a registrar en marzo de 2022.
Paralelo a los brotes de viruela del mono también han surgido informaciones no confirmadas y otras estigmatizantes. Aquí compartimos lo que se sabe y lo que aún está en estudio sobre esta enfermedad.
De acuerdo con la OMS, la viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. Sin embargo la propagación también se puede dar entre personas.
El contagio desde un animal se da cuando una persona entra en contacto físico sin protección con un animal infectado, que incluyen roedores y primates. Entre las personas, el contagio se da mientras una de las personas está infectada, tiene síntomas y hay contacto físico cercano. “Las erupciones, los fluidos corporales (como fluidos, pus o sangre de lesiones en la piel) y las costras son particularmente infecciosos. La ropa, ropa de cama, toallas u objetos como utensilios para comer/platos que han sido contaminados con el virus por el contacto con una persona infectada también pueden infectar a otros”, dice la OMS.
Asimismo, la enfermedad puede propagarse por medio de úlceras, lesiones o llagas en la boca, es decir que el virus puede propagarse a través de la saliva. También puede transmitirse de una mujer embarazada al feto a través de la placenta o de un padre infectado al niño durante o después del parto a través del contacto de piel con piel.
Sobre el contagio lo que aún no se sabe es si las personas que no tienen síntomas pueden transmitir la enfermedad.
Generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel. Los síntomas suelen durar entre 2 y 4 semanas.
Los síntomas desaparecen por sí solos sin tratamiento, afirma la OMS, sin embargo es importante cuidar las erupciones en la piel dejándolas secar si es posible o cubriéndolas con un vendaje húmedo.
También hay varias vacunas para prevenir la viruela que brindan cierta protección contra la viruela del mono. Y existe una vacuna, aprobada en 2019, para prevenir la viruela del mono pero aún no está ampliamente disponible.
Esta es una de las informaciones falsas sobre la viruela del mono. Las formas de transmisión son de contacto físico cercano, incluido el sexual pero no exclusivamente.
“El riesgo de infectarse con la viruela del mono no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres que tienen sexo con hombres. Cualquiera que tenga contacto físico cercano con alguien que es infeccioso está en riesgo”, aclara la OMS.
Cualquier persona que tenga contacto físico cercano con alguien que tenga síntomas o con un animal infectado corre riesgo de infectarse de la viruela del mono. Sin embargo, los recién nacidos, los niños y las personas con inmunodeficiencias subyacentes pueden sufrir síntomas más graves. Los trabajadores de la salud también corren un mayor riesgo debido a una exposición prolongada.
Pese a que en la mayoría de los casos los síntomas desaparecen por sí solos, en algunas personas pueden provocar complicaciones e incluso la muerte. Los grupos de personas anteriormente mencionados son los que están en mayor riesgo de sufrir síntomas más graves y morir.
Con el brote actual, que inició en marzo, las autoridades registran una muerte a causa de la viruela del mono.
El más reciente informe de la OMS sobre la enfermedad –actualizado hasta el 15 de junio– indica que desde el 1 de enero se han notificado a la OMS un total de 2,103 casos confirmados por laboratorio, un caso probable y una muerte.
Hasta ahora, la OMS no considera a la viruela del mono muy contagiosa porque requiere un contacto físico cercano y el riesgo para el público en general es bajo. Sin embargo, el brote se está tratando como “una alta prioridad” para evitar una mayor propagación.
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