Qué es la pesca de arrastre y por qué es la causante de la aparición de tortugas muertas en las playas de Nicaragua

Decenas de cadáveres de tortugas han aparecido en los últimos días en las costas del Pacífico sur de Nicaragua. Las muertes son producto de la pesca de arrastre, una práctica que es legal en el país pero que, de acuerdo con especialistas, se realiza sin supervisión de las autoridades y que debería prohibirse por el impacto ambiental que trae consigo. 

Pobladores de las zonas donde están encontrándose los cadáveres han compartido fotografías y videos donde se ven a las tortugas completas, lo que significa que las muertes no se deben ni capturas ilegales de personas que buscan obtener los huevos de estos animales ni a la marea roja porque la cantidad no corresponde a la que comúnmente podría causar este fenómeno.

La pesca de arrastre es una actividad industrial que tiene por objetivo atrapar un tipo de especie, pero que genera una pesca conocida como “incidental”, es decir que se lleva consigo otros recursos que están en el camino, como en este caso las tortugas. Consiste en lanzar una red al fondo del mar y arrastrarla por varios kilómetros a cierta velocidad. 

A medida que la embarcación va avanzando, la red va atrapando a todas las especies que encuentra en su camino, además va rompiendo y arrastrando todo lo que haya a su paso. “Va prácticamente rompiendo, quebrando y arrastrando todo lo que encuentra en su camino. Es decir, si ahí hay esponjas, si ahí hay corales o cualquier otro organismo de origen acuático, o lo quiebra o lo captura”, afirma el ecólogo marino Fabio Buitrago.

Si el objetivo es capturar camarones –que viven al fondo del mar– con la pesca de arrastre también se capturan anguilas, rayas, pulpos, moluscos, cangrejos, toneladas de peces. Luego la red se sube a bordo de la embarcación, seleccionan los camarones y a todo lo demás le llaman “descarte” o técnicamente “fauna acompañante”. El ecólogo asegura que esto no tiene un valor comercial, sin embargo tiene un alto valor ecológico.

“Los van arrastrando por cinco, seis, siete kilómetros dentro de una red y se van apiñando al fondo de la red todos los organismos que van quedando dentro de la red. Este es el caso de las tortugas que están apareciendo muertas”, afirma el especialista.

Temporada de anidación de tortugas

Los cadáveres de las tortugas que han aparecido son la punta del iceberg del desastre ecológico que causa la pesca de arrastre. Actualmente es temporada de anidación de tortugas. “Estamos en una temporada de arribada de tortugas en esa zona y por eso estamos viendo esas cantidades. Y muchas de las que están muriendo son hembras reproductoras”, dice el biólogo Amaru Ruiz.

Pese a la cantidad de tortugas que han aparecido en las costas –desde el 24 de agosto–, el impacto aún puede ser mayor, ya que muchos de los cadáveres pudieron haberse hundido u otros animales se los comieron, aseguran los especialistas.

Por qué debería prohibirse

En términos simples, de acuerdo con el ecólogo Buitrago, la equivalencia de la pesca de arrastre sería la tala rasa, que es una práctica forestal en la que se cortan de manera uniforme la mayoría o todos los árboles en un área específica. No se deja un solo árbol de pie. 

 

“Están capturando a todos los peces y los demás organismos del sistema, que son el sustento de la pesca artesanal, la fuente de seguridad alimentaria para mucha de la población costera, la fuente de equilibrio ecológico para los ecosistemas que aseguran una industria turística y una industria alimenticia para las comunidades que viven en toda la región del Pacífico de Nicaragua”, dice Buitrago.

En muchos países este método está prohibido porque se ha demostrado científicamente que es nocivo y tóxico. En Costa Rica, en 2020 el entonces presidente Carlos Alvarado vetó una ley que rehabilitaba la pesca de arrastre, que está prohibida desde 2013. “Al no ser categórica la evidencia, debemos proteger al ambiente y a las poblaciones que se verían más afectadas. Cualquier decisión que tomemos sobre el aprovechamiento de recursos naturales debe ser basada en ciencia y puede ser desarrollada por los órganos competentes”, dijo entonces Alvarado.

Varios estudios científicos han demostrado que la práctica es insostenible para los ecosistemas marinos y los especialistas coinciden que la pesca de arrastre es ecológicamente un desastre. “Es una masacre del ecosistema”, dice el ecólogo marino.