Ruptura de Nicaragua con Taiwán: lo que representa la isla para el país y cómo China afianza su expansión en Centroamérica

El gobierno de Nicaragua anunció este 9 de diciembre que rompió relaciones diplomáticas, así como “cualquier contacto”, con la isla de Taiwán, a la que Daniel Ortega lleva reconociendo como país independiente de la República Popular China desde que retornó a la Presidencia en 2007.

Por medio del canciller Denis Moncada, el gobierno afirmó que “reconoce que en el mundo existe una sola China”, que, según él, es la República Popular China “y Taiwán es parte inalienable” de ese territorio. Con esto, el gobierno de Nicaragua sepultó a su actual principal fuente de donaciones bilaterales y la que por años le ha proveído de millones de dólares para obras sociales.

Taiwán reaccionó asegurando que la suspensión fue unilateral por parte de Nicaragua. “La amistad de larga data y la cooperación exitosa que beneficia a la gente de ambos países fueron ignoradas por el gobierno de Ortega”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán por medio de un tuit.

Historia de una relación

Para entender la repentina ruptura diplomática hay que remontarse a 1984, cuando Daniel Ortega asumió la Presidencia de Nicaragua en las primeras elecciones tras la toma en 1979 del poder de los sandinistas por medio de las armas. Ese año, Ortega rompió las relaciones formales con Taiwán –que habían iniciado en 1930– para establecerlas con China continental el 7 de diciembre de 1985.

El 6 de noviembre de 1990, la administración de Violeta Barrios de Chamorro rompió relaciones con la República Popular China y retomó la diplomacia con Taiwán. Desde entonces así se ha mantenido, a pesar de que en 2006, como candidato presidencial del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Ortega afirmó que retomaría relaciones con China pero mantendría las comerciales con Taiwán.

Ese año, Ortega usó el mismo discurso que usa ahora. Dijo: “No hay que engañarse, Taiwán volverá a integrarse a China tarde o temprano como lo hizo Hong Kong. Vamos a abrir relaciones con China, pero vamos a mantener relaciones comerciales con Taiwán”. Pero desde entonces su relación con Taiwán no solo se ha mantenido, sino que se ha reforzado al punto de reconocer a la isla y nombrarla como república independiente.

¿Qué pierde Nicaragua?

Entre Taiwán y Nicaragua existe un Tratado de Libre Comercio desde 2008 que ha contribuido al aumento del comercio bilateral. Datos oficiales muestran que este pasó de 51.97 millones de dólares en 2007 a 166.4 en 2020.

Pero va más allá. Taiwán se ha convertido en los últimos años en el principal donante bilateral del gobierno de Ortega. Específicamente este 2021, según los datos del Informe de Ejecución Presupuestaria, entre enero y septiembre el dinero en concepto de donación que Taiwán entregará al país serán 1,051 millones de córdobas. De estos, 809.4 millones ya habían sido entregados y quedaba un remanente de 241.6 millones.

Con estas donaciones, según la información oficial, el gobierno ha dado mantenimiento y reparación a centros escolares, ha financiado el programa de “mejoramiento genético en ganadería bovina”, ha hecho mejoras en carreteras, ha dado microcréditos, ha dado apoyo a las familias afectadas por los huracanes Iota y Eta, ha construído viviendas, entre otros.

El reciente 1 de diciembre, el embajador de Taiwán en Managua, Iván Yueh-Jung Lee, afirmó que desde 2018 hasta la fecha habían entregado 450 casas a familias de Managua. Todas estas obras siempre eran inauguradas o celebradas con pompa en los medios de propaganda gubernamental, incluso por la misma vicepresidenta Rosario Murillo.

Con la ruptura de relaciones, los millonarios montos que entrega Taiwán a Nicaragua dejarán de existir y el gobierno perderá su principal fuente de donaciones. Hasta ahora no se sabe cuál será el papel de China en el financiamiento al país, lo que sí se sabe es que el gigante asiático ha fluctuado en la lista de los compradores más importante de productos nicaragüenses. Aún así, en Asia, este año Taiwán ha sido el principal mercado para exportaciones, con un valor de US $79,657,442.82. El segundo ha sido Hong Kong, con un valor de US $19,850,423.16, según las cifras del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex).

Este mismo jueves, las autoridades chinas confirmaron que el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Nicaragua se dará a nivel de designar embajadores o embajadoras en cada país, para lo que una comitiva gubernamental de Nicaragua viajó hasta China para firmar los acuerdos. No se revelaron más detalles.

El avance chino en Centroamérica y la tensión con Estados Unidos

Pese a todos estos datos de beneficio económico, el gobierno encabezado por Ortega decidió sumarse a los países en la región que han ido cesando relaciones con Taiwán. Previo a Nicaragua, en agosto de 2018, El Salvador rompió los lazos con Taiwán y los estableció con la República Popular China, bajo la administración del expresidente Salvador Sánchez Cerén.

En la región centroamericana y caribeña, sumados a El Salvador y Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Costa Rica, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Surinam y Trinidad y Tobago tampoco tienen relaciones con Taiwán. Y en el mundo, apenas 13 naciones y el Vaticano reconocen a Taiwán como país soberano, en 2017 eran 21.

El primer país de Centroamérica en romper con Taiwán fue Costa Rica, en 2007 y los pocos aliados que le quedan a la isla en Centroamérica se van retirando poco a poco. La presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, quien asumirá su mandato en enero de 2022, dijo que una de sus misiones es restituir relaciones con China, lo que representaría romper con Taiwán.

Y es que la histórica disputa entre Taiwán y China –en la que la isla busca reconocimiento internacional mientras el otro promueve una política de “Una Sola China”– está actualmente en un punto álgido. En las últimas semanas, China, que tiene la voluntad de reincorporar a la isla aunque sea por la fuerza, intensificó las incursiones aéreas en el territorio. Esto ha incrementado la tensión con Estados Unidos, que además invitó al gobierno de Taiwán a una “cumbre por la democracia” y no a China y despertó la ira del gigante asiático. 

Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha dicho que “se opone firmemente” a cualquier intento “de socavar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán” y ha mencionado que defenderá a la isla ante cualquier intento de invasión. También, el país norteamericano tildó de “farsa” las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua, en las que Ortega se aseguró su cuarto mandato consecutivo y que fueron declaradas ilegítimas por varios países. Sobre el tema, Taiwán ha guardado silencio.